Preparando desconexión

 

Y llegó el día... Primer día sin peques y mañana comienza la aventura, ya lo tengo todo medio preparado.

Con la ilusión que inicio este viaje, es... “EL VIAJE”. El primero que disfruto en solitario, de más de 2 días, claro. Que se me habían hecho cortos.

Tengo la ilusión de una niña chica, es mi pequeña aventura, algo con lo que había soñado siempre y nunca me había atrevido a realizar. Por miedo a la soledad, por falta de valentía o simplemente por ser algo poco convencional ¿A quien se le ocurre semejante locura?

Pues yo os lo explico, a una madre desbordada de carga, que necesita silencio, paz y cero responsabilidades por unos días, que quiero comer, pues como. ¿Que no? Pues no hay obligación ninguna. Despertar a la hora que quieras, ir a dormir cuando el sueño te venza y no hacer nada más que lo te venga de gusto. Y poder hacerlo en mitad de mi hábitat natural favorita, la montaña. ¿Qué más puedo pedir?

Una vez comienzas a valorarte, amarte y disfrutar de ti mismo, cuando comienzas a saborear tu tiempo, sin la dependencia de tener a una persona junto a ti, nace una especie de magia interior. No sé como explicarla... ¿Independencia total espíritu? O algo por el estilo, por intentar definirlo.

Yo que siempre he sido una persona muy social, a la que estar en soledad siempre le a costado mucho y cunado no estaban mis pequeños, intentaba llenar el tiempo libre y si no lo conseguía, porque evidentemente las amistades tenían sus parejas, hijos o planes, sentía un inmenso vacío en mi interior, un sentimiento de abandono y gran soledad se apoderaba de todo mi ser, sumiéndome en la más absoluta tristeza .

Pero claro, pasan los años, ya son 6 en soltería, los niños cada vez se van menos días con el padre, por circunstancias varias, ya no hay vacaciones con la familia, que me mantenían alejada de ellos casi todo el verano, porque yo trabajaba... Y un largo etcétera de cambios de situación, que me han llevado a soportar toda la carga de la crianza sin tener ayuda ninguna, ni descanso.

Comienzas a valorar cada minuto libre, cada momento de silencio, de desconexion mental, hasta tal punto que te das cuenta que no necesitas nada más que tu propia compañía, bajar el nivel de ruido de tu alrededor, un buen libro, una carretera que disfrutar mientras llegas a tu destino, parando cuando quieras, donde quieras y el tiempo que quieras... ¿Quien te espera? ¿Quien te va a poner alguna objeción? NADIE

Eres dueña de tu tiempo... Por ejemplo, a mi me encantan los castillos, ciudades amuralladas, abadías, monumentos varios... Pero me gusta conocer su historia, leyendas, construcción... Una visita normal de media hora a cualquier monumento a mi me puede durar 2 horas. Yo entiendo que la mayoría de las personas le puede resultar aburrido, excesivo o exasperante.

Cuando vas sola tu decides en todo momento, independencia total de espíritu

¿Que es lo que encanta hacer y no haces por no incomodar a quien te acompaña en un viaje?